VEN, VAMOS JUNTOS!

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Inicial a partir de 2 años y Primaria. Colegio Cristiano de Florida. EDUCACIÓN VIVA Y EN AMOR

miércoles, 26 de abril de 2017

¡La oración correcta es la vida!


La imagen puede contener: una o varias personas, personas sentadas, sombrero, tabla y primer plano

¡La oración correcta es la vida!

“Padre nuestro que estás en los cielos” no es una reza u oración para repetir, es una consciencia.

Es acercarse no con caprichos, mas con disposición de dar razón a Él que es Padre nuestro. Es darle razón al evangelio de Jesús.

“Santificado sea tu nombre”, es entrega y confianza en Él. Es ofrenda de mi propia vida en entrega para servirlo. Dios ha elegido ser amado y servido en el próximo.

“Hágase tu voluntad en la tierra como en los cielos” es comprometerse con los temas del Cielo en la tierra, con los valores del Evangelio para la vida, ese principio solo puede cumplirse existencialmente por fe en amor y confianza.

“Perdona nuestras deudas como también perdonamos nuestros deudores”, o da lo mismo decir: Padre perdona mis pecados con la misma medida con la que decido perdonar a las personas todos los días, sin guardar rencor contra nadie. Porque de lo contrario toda oración que yo haga ni siquiera será escuchada.

“No nos dejes caer en tentación pero líbranos del mal.” ¿Cual mal? ¡El mal soy yo! El mal es lo que nace en mí. Porque de mi corazón proceden los malos designios. Líbrame de dar razón a mis caprichos egocéntricos, pensamientos enloquecidos, vanidosos…Líbrame del mal porque ningún otro diablo tiene poder de hacer más mal contra mí que yo mismo, contra mi propia vida.

Aquel que así ora no necesita otra oración que la vida, ni otra vida que la oración.

Orar, conforme Jesús, es vivir!

No hay fórmula mágica. NO se trata de muchas repeticiones de palabras conforme dijo Jesús.

Oración es cuestión de SER!


Ozeias Bitencourt

miércoles, 19 de abril de 2017

Proteger ≠ sobreprotección.

Bears are some of the best moms in the animal kingdom.

Proteger a los hijos es necesario, vital.

Sobreprotección, en contrapartida, genera la imposibilidad de aprender los caminos para superación ante los obstáculos que naturalmente van surgiendo a lo largo de la vida.

La sobreprotección se da cuando la protección se extiende por plazo indefinido a la etapa en cuestión, o sea, es ir más allá del cuidado, del suplir las necesidades básicas para el pleno desarrollo de las potencialidades que fortalecen la autonomía.

Proteger es ayudar al niño crecer, pero la sobreprotección es casi un querer crecer por el niño. Casi siempre va acompañado por expresiones, tales como:

"No hagas eso que puedes lastimarte"; "No subas porque te vas a caer"; "No puedes ir solo porque te vas a perder"; "No eres capaz de cuidarte solo", etcétera.

El niño crece con la falsa idea de que el mundo es un lugar totalmente peligroso, a excepción de la presencia del "cuidador" (leer sobreprotector). Alimentado por el miedo, guarnecido por una imagen débil o poco capaz de si mismo.

Educar es mostrar la vida para quienes todavía no la vieron, dijo el poeta.

Pero, educar no es vivir la vida que el otro puede llegar a vivir.

Eso implica aceptar que la aparente limitación que veo en el otro, puede simplemente ser un indicador de mi propia limitación.

Limitación ésa que en determinado momento o etapa de la vida intento imponerla como condición-condicionante para que el otro no pueda superar el miedo que me habita.

El medico Lucas, registró la palabra proferida por Jesús:

"Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa."

La mejor medicina del Evangelio siempre fue buena dosis de BUEN ÁNIMO ante los escenarios y situaciones más difíciles de la vida.

Levantar y caminar, como Principio que nos estimula y provoca la fe y la esperanza en amor, es la psicología de Jesús para curar más del noventa por ciento de las enfermedades que muy a menudo mantenemos en la cuna.

Amo la pedagogía del Evangelio porque no confunde protección con sobreprotección.

Su Palabra, "levántate y anda" es siempre un acto de amor.

Cariños!
Ozeias Bitencourt
Florida, 18 de abril del 2017.

viernes, 14 de abril de 2017

Ecos de la Vida que me habita

supernova SN 1987A

Tiene 7 semanas de desarrollo nuestro bebé.


Aprecio escuchar los sonidos de lo que los científicos y cosmólogos denominan “ecos del Big Bang".

Sin embargo, escuchar el corazón de este pequeño ser en gestación fue LA experiencia más maravillosa, capaz de enternecerme y al mismo tiempo mostrarme el temple necesario para ser rígido sin perder la capacidad de flexión. 

Sin esa característica la existencia no se sostendría!

Recordé de inmediato el lenguaje poético del Salmo 139.


Criaturas nadando entre infinitos. Algunos nadan en infinitos muy pequeños o en infinitos muy grandes. Estrellas, galaxias, agrupaciones de estrellas que se atrapan mutuamente en gigantescos bailes. Mundos visibles e invisibles cuyo poder de atracción mutua hace que todo se conserve en perfecto equilibrio por la Palabra de Su poder.

Escuchar los sonidos de tu pequeño y fuerte corazón…Ecos  de la Vida que me habita.

Tu madre y yo, simplemente felices!


Ozeias Bitencourt
Florida, 11 de abril de 2017.





ESTÁN PREPARADOS LOS PROFESORES?


sábado, 8 de abril de 2017

Texto que escribí en el día de la noticia de que soy papá: CONOCER ES IR COMIENDO EL MUNDO


Hijo mío! 

Foi hoje, dia 6 de abril de 2017, as onze e quinze da manha quando tua mae - minha mulher kayse - me deu a notícia mais feliz da minha vida. Embora, com meu coração, eu já soubesse e festejava. 

Como todavía no nos conocemos, me presentaré primero.

Soy una persona encantada con el mundo, curioso. La curiosidad y el encantamiento pueden descubrir mundos fantásticos, nuevos y llenos de aventura.

Tal y como describió uno de mis escritores favoritos:

“Una cebolla cortada es un asombro. Todos aquellos anillos perfectos, pegaditos uno al otro, sin espacios intermedios. 

La naturaleza tiene alma de artista. 

Ahora, figure que la cebolla es un modelo de mundo! 

Bien en el centro, allá donde empieza el primer anillo es tan pequeño que no alcanza a ser anillo, ponga un niño. Imagine que los anillos son el mundo que ella necesita conocer para vivir. Ella solo puede conocer el anillo que la abraza en aquel momento. 

Conocer es ir comiendo el mundo. Cuando se come el mundo, el mundo pasa a ser parte del cuerpo de cada uno de nosotros. 

Pero no es posible comer lo que está lejos. Solo es posible comer lo que se puede morder. Y, solo se puede morder lo que está cerca. No es posible saltar anillos. Solo se puede comer el cuarto anillo, luego de haber comido el primer, el segundo y el tercer anillo.”

Soy la persona privilegiada que te enseñará la Pedagogía de la Mirada. Te guiaré por esta maravillosa aventura que es vivir. Mientras tengas esa mirada llena de espanto, de admiración y asombro ante lo común.

Soy tu padre!

Hasta hoy, junto con mis hermanos, siempre he sido una voz que decía: Te amo, papá!
Ahora, también yo me alegraré oírte decirme: Te amo, papá!

Y, todavía, quiero que mi padre se alegre por saber que soy hijo y padre con tanto amor.


Conforme Aquel, que me enseña cómo ser hijo, hermano padre.



Ozeias Bitencourt
Florida, Uruguay
6/4/2017



Meu filho! 

Foi hoje, dia 6 de abril de 2017, as onze e quinze da manha quando tua mae - minha mulher kayse - me deu a notícia mais feliz da minha vida. Embora, com meu coração, eu já soubesse e festejava. 

Como ainda nao nos conhecemos pessoalmente, me apresentarei. 

Sou uma pessoa encantada com o mundo, curioso. A curiosidade e o encantamento podem descobrir mundos fantásticos, novos e cheios de aventura. 

Um dos meu escritores favoritos, descreveu assim: 

“Uma cebola cortada é um asombro. todos aqueles pequenos e perfeitos anéis, grudadinhos um ao outro, sem espaços entre eles. 

A natureza alma de artista.

Agora, figure que a cebola é um modelo de mundo! 

Bem la no centro, lá onde começa o primeiro anel é tao pequeno que nem chega a ser um anel, coloque uma criança. Imagine que os anéis sao o mundo que ela precisa conhecer para viver. Ela apenas pode conhecer o anel que a abraça naquele momento. 

Conhecer é ir comendo o mundo. Quando se come o mundo, o mundo passa a ser parte do corpo de cada um de nós. 

Porém, nao é possível comer aquilo que está longe. Somente é possível comer o que se pode morder. E só se pode morder aquilo que está perto. Nao é possível saltar anéis. Só é possível comer o quarto anel, depois de ter comido o primeiro, o segundo e o terceiro anel." 

Sou a pessoa que tem o privilegio-resposabilidade de te ensinar a Pedagogia do Olhar. Guiarte-ei por esta maravilhosa aventura que é viver. Enquanto tenhas este olhar cheio de espanto, de encantamento, de admiraçao e asombro diante do comum. 

Sou teu pai!

Até hoje, junto com meus irmaos, tenho sido aquela voz que diz: Te amo, pai!
Agora, também eu me alegrarei ao te ouvir me dizer: Te amo, pai!

E ainda quero que meu pai se alegre por saber que sou filho e pai com tanto amor.

Conforme Aquele que me ensina como ser filho, irmao e pai. 


Ozeias Bitencourt
Florida, Uruguay
6/4/2017

lunes, 3 de abril de 2017

¿Qué es pensar? Pregunta la niña

by Pete Revonkorpi:

Vengo a contarles una corta historia que sucedió con uno de mis escritores favoritos.

¿Qué es pensar?, pregunta la niña a Rubem Alves. 

Contando que esa pregunta había sido formulada por el profesor de filosofía para todo el grupo. 

Ante tal situación, el padre felicitó al educador. Primero, por haber ido directamente a la cuestión esencial. Segundo, porque tuvo la sabiduría de hacer la pregunta sin dar la respuesta. Porque si hubiese dado la respuesta, con ella habría acortado la las alas del pensamiento.

El pensamiento es como el águila que solo alza vuelo en los espacios vacíos del desconocido. Pensar es volar sobre lo que todavía no se sabe. No existe tarea más fatal para el pensamiento que la enseñanza de las respuestas correctas.

Para eso deberían existir las escuelas: no para enseñar las respuestas, sino para enseñar las preguntas. Las respuestas nos permiten andar sobre tierra firme. Por otro lado, solamente las preguntas nos permiten entrar al mar del desconocido.

Sin embargo, no podemos vivir sin las respuestas. Las alas para el impulso inicial del vuelo, dependen de los pies apoyados en tierra firme. Los pájaros, antes de volar, aprenden apoyarse sobre sus pies. También los niños, antes de aprender a volar necesitan aprender caminar sobre la tierra firme.


Tierra firme: las miles de preguntas para las cuales las generaciones pasadas ya descubrieron las respuestas. El primer momento de la educación es la transmisión de ese saber. En las palabras de Roland Barthes: “Existe un momento que se enseña lo que se sabe…” Lo curioso es que este aprendizaje es justamente para nos ahorrar de la necesidad de pensar.  



(este relato aun no acaba).

Cariños!


Ozeias Bitencourt

domingo, 2 de abril de 2017

2 de abril el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.

“Las palabras son el reflejo de la mirada, y la mirada es un juego de reflejos. Cuando más allá de las palabras las miradas se vuelven elocuentes y la cercanía se puebla de significados, se establece una comunicación íntima y profunda en la que cabe todo el amor de los que se abrazan en silencio”.

Dia mundial de concienciacion del autismo:




sábado, 25 de marzo de 2017

Visita a la Usina de OSE

Vídeo de la salida didáctica con estudiantes de Inicial 3 y 4, Inicial 5, 1º, 2º y 3º.
Conociendo las instalaciones de Usina y Bombeo de OSE.



jueves, 23 de marzo de 2017

No mistério do sem-fim


silky owl butterfly, Taenaris catops (2):

No mistério do sem-fim
Equilibra-se um planeta
E, no jardim, um canteiro
No canteiro, uma violeta
E, sobre ela, o dia inteiro
A asa de uma borboleta


- Cecília Meireles

martes, 21 de marzo de 2017

DÍA 21 DE MARZO DÍA MUNDIAL DE LAS PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN

En el Día internacional del síndrome de Down, sumate a la campaña Rompemitos

NIETZSCHE Y LOS NIÑOS


Backyard Discovery : Donald Zolan's Oil Paintings of Early Childhood 2 painting_children_childhood_kjb_DonaldZolan_30BackyardDiscovery_sm - Wallcoo.net:


Early Childhood (Vol.01) : Donald  Zolan Paintings of Heartwarming Childhood Innocence  - Childhood Innocence :  Touching the Sky  , Donald  Zolan Painting  5:






Por ocasión al propósito de la máquina educacional de transformar niños en adultos, Nietzsche sugería el contrario y decía que “La madurez de un hombre es encontrar otra vez la seriedad que tenía cuando era niño, jugando”.


Desanimado con la estupidez de los adultos, él escribió: “Me gusta estar sentado donde los niños juegan, al lado de la pared agrietada, entre los cardos y las rojas amapolas. Para los niños, todavía soy un sabio, también lo soy para los cardos y las amapolas rojas”. Los adultos no lo entendían porque él escribía como niño.
Dios es alegría. Un niño es alegría. Dios y un niño tienen esto en común: ambos saben que el universo es una caja de juguetes. Dios ve al mundo con los ojos de la niñez. Está siempre buscando compañeros para jugar. Los grandes, los malos y perversos, piensan que Dios es como ellos, con ojos de mirada malvada, que practica espionaje en todos los lugares, para castigar. Pero vos sabes que así no es.
Por supuesto que las funciones adultas son necesarias: ellas son herramientas, medios de vida, entidades de la Feria de Utilidades. Ellas necesitan ser desarrolladas para la Niñez Eterna juegue mientras vida, sin lastimarse…
Sueño con el día en que los niños que leen mis pequeños libros no tendrán de subrayar dígrafos y encuentros consonantares y en que el conocimiento de obras literarias no será objeto de exámenes o parciales: los libros serán leídos por el simple placer de la lectura.
No evalúo a los niños en función de saberes. Son los saberes que deben ser evaluados en función de los niños. Es eso lo que distingue un educador.
Un educador no está a servicio de los saberes. Está a servicio de sus alumnos: “Aquel que es un maestro, realmente un maestro, lleva las cosas en serio – eso incluye a el mismo – solamente en relación a sus alumnos”, (Nietzsche).
Sugiero una inversión pedagógica: los grandes aprendiendo de los pequeños. Un profeta del Antiguo Testamento resumió esa pedagogía invertida en una corta y maravillosa frase: “y un niño pequeño los guiará” (Isaías 11.6). Son los niños que ven las cosas – porque ellas logran ver siempre como si fuera la primera vez, con espanto, con asombro de que ellas sean como son. Los adultos, de tanto verlas, ya no las perciben más. Las cosas – las maravillosas – quedan banal, vulgar o de poca importancia. Ser adulto es ser ciego.



Rubem Alves, traducido y adaptado por Ozeias Bitencourt
Aperitivo extraído del libro “Universo à Jabuticaba”, Editora Planeta, 3ª Edição, Páginas 50/51.  

viernes, 17 de marzo de 2017

LA OMNIPRESENCIA DE LA PÉRDIDA

BLYTHE


"...El parque Steglitz rezumaba vida en los albores del verano. 

Un regalo. 

Y Franz Kafka la absorbía, como una esponja, viajando con sus ojos, arrebatando energías con el alma, persiguiendo sonrisas entre los árboles. 

Él también era uno más entre tantos, solitario, con sus pasos perdidos bajo el manto de la mañana. 

Su mente volaba libre de espaldas al tiempo, que allí se mecía con la languidez de la calma y se columpiaba alegre en el corazón de los paseantes. 

Aquel silencio... 

Roto tan sólo por los juegos de los niños, las voces maternas de llamada, reclamo y advertencia, las palabras sosegadas de los más próximos y poco más. 

Aquel silencio... 

El llanto de la niña, fuerte, convulso, repentino, hizo que Franz Kafka se detuviera. 

Estaba muy cerca de él, a pocos pasos, y no había nadie más a su alrededor. No se trataba, pues, de una disputa entre pequeños, ni de un castigo de la madre, ni siquiera de un accidente, porque la niña no tenía signos de haberse caído. 

Lloraba de pie, desconsolada, tan angustiada que parecía reunir en su rostro todos los pesares y las congojas del mundo. 

Franz Kafka miró arriba y abajo. 

Nadie reparaba en la niña. Estaba sola. Se quedó sin saber qué hacer. Los niños eran materia reservada, entes de alta peligrosidad, un conjunto de risas y lágrimas alternativas, nervios y energías a flor de piel, preguntas sin límite y agotamiento absoluto. 

Por algo él no tenía hijos. 

Pero todo aquel sentimiento... 

La niña tendría unos pocos años. Le resultaba difícil calcular cuántos. La edad de las niñas pequeñas era un misterio. 

Sí, exacto, justo esa edad indefinible en la que siguen siendo lo que son aun estando en el umbral del siguiente paso. 

Vestía con pulcritud, botitas, calzones, camisa con cuello de encaje, chaquetilla tres cuartos por la cual asomaba una falda llena de volantes. 

Su cabello era largo, oscuro, y lo recogía en dos primorosas trenzas. Era guapa, como todas las niñas pequeñas. Guapa por ser primavera de la vida. 

Aunque ahora aquellas lágrimas convirtieran su rostro en una suerte de espantosa fealdad. 

Franz Kafka permaneció quieto. ¿Qué hacía una niña tan pequeña allí sola? ¿Se había perdido? Si era así, tendría que tomarla de la mano, tranquilizarla, y buscar juntos un guardia para que la acompañara. 

Pero ¿cómo se tranquilizaría la niña si un desconocido le hablaba, la tomaba de la mano y echaba a caminar con ella? ¿Acaso no sería peor? 

No, lo peor sería marcharse, irresponsablemente, y dejarla en mitad del parque. Imprevisibles niños. El llanto era tan y tan dramático... Nunca había visto ni oído llorar a nadie de aquella forma. 

Se resignó, porque muchas veces la vida no dejaba alternativas. Era ella la que marcaba el camino. Así pues, dio el primer paso en dirección a la pequeña, se quitó el sombrero para parecer menos serio, e iluminó su rostro con la mejor de sus sonrisas. 

Probablemente, a pesar de todo, tuviese cara de dolor de estómago, pero eso era irremediable y carecía de importancia. 

Franz Kafka se detuvo delante de la niña. 




–Hola. 

La niña dejó de gritar, pero no de llorar. Levantó la cabeza y se encontró con él. En su desesperada crispación ni siquiera le había visto acercarse. Los ojos eran dos lagos desbordados, y los ríos que fluían de ellos formaban torrentes libres que resbalaban por las mejillas hasta el vacío abierto bajo la barbilla. 

Hizo dos, tres sonoros pucheros antes de responder: 

–Hola. 

–¿Qué te sucede? No lo miró con miedo. Pura inocencia. Cuando la vida florece todo son ventanas y puertas abiertas. En sus ojos más bien había dolor, pena, tristeza, una soterrada emoción que la llevaba a tener la sensibilidad a flor de piel.

–¿Te has perdido? –preguntó Franz Kafka ante su silencio. 

–Yo no. Le sonó extraño. «Yo no». En lugar decir «No» decía «Yo no».

 –¿Dónde vives? La niña señaló de forma imprecisa hacia su izquierda, en dirección a las casas recortadas por entre las copas de los árboles. Eso alivió al atribulado rescatador de niñas llorosas, porque dejaba claro que no estaba perdida. 

–¿Te ha hecho daño alguien? –sabía que no había nadie cerca, pero era una pregunta obligada, y más en aquellos segundos decisivos en los que se estaba ganando su confianza. Ella negó con la cabeza. «Yo no». Estaba claro que quien se había perdido era su hermano pequeño. ¿Cómo permitía una madre responsable, por vigilante o atenta que estuviese, dejar que sus hijos jugaran solos en el parque, aunque fuese uno tan apacible y hermoso como el Steglitz? ¿Y si él fuese un monstruo, un asesino de niñas?

 –Así pues, no te has perdido –quiso dejarlo claro. 

–Yo no, ya se lo he dicho –suspiró la pequeña. 

–¿Quién entonces? 

–Mi muñeca. Las lágrimas, detenidas momentáneamente, reaparecieron en los ojos de su dueña. Recordar a su muñeca volvió a sumirla en la más profunda de las amarguras. 

Franz Kafka intentó evitar que diera aquel paso atrás. –¿Tu muñeca? –repitió estúpidamente. 

–Sí. 

Muñeca o no, hermano o no, eran las lágrimas más sinceras y dolorosas que jamás hubiese visto. Lágrimas de una angustia suprema y una tristeza insondable. 

¿Qué podía hacer ahora? No tenía ni idea. ¿Irse? Estaba atrapado por el invisible círculo de la traumatizada protagonista de la escena. Pero quedarse... ¿Para qué? No sabía cómo hablarle a una niña. 

Y más a una niña que lloraba porque acababa de perder a su muñeca.

 –¿Dónde la has visto por última vez? 

–En aquel banco. 

–¿Tú qué has hecho? 

–Jugaba allí –le señaló una zona en la que había niños jugando. 

–¿Y has estado allí mucho tiempo? 

–No sé. 

Aquellas sin duda eran las preguntas que haría un policía ante un delito, pero ni era un delito ni él un policía. El protagonista del incidente ni siquiera era un adulto. 


Eso le incomodó aún más. La singularidad del hecho lo tenía más y más atrapado. 

Quería irse pero no podía. Aquella niña y el abismo de sus ojos llorosos lo retenían. Una excusa, un «lo siento», bastaría. De vuelta a su hogar. O una recomendación: «Vete a casa, niña». Tan sencillo. 

¿Por qué el dolor infantil es tan poderoso? La situación era real. La relación de una niña con su muñeca es de las más fuertes del universo. 

Una fuerza descomunal movida por una energía tremenda. Y entonces, de pronto, Franz Kafka se quedó frío. 

La solución era tan sencilla... Al menos para su mente de escritor. 

–Espera, espera, ¡qué tonto soy! ¿Cómo se llama tu muñeca? 

–Brígida. 

–¿Brígida? ¡Por supuesto! –soltó una risa de lo más convincente–. ¡Es ella, sí! No recordaba el nombre, ¡perdona! ¡Qué despistado soy a veces! ¡Con tanto trabajo! La niña abrió sus ojos. 

–Tu muñeca no se ha perdido –dijo Franz Kafka alegremente–. 
¡Se ha ido de viaje!"

(...) 


Fuente:
kafka y la muñeca viajera jordi sierra i fabra

LA NIÑEZ

La imagen puede contener: 1 persona, de pie, exterior y texto

domingo, 12 de marzo de 2017

MI CUCHILLO

R-F39B.-Navaja de Sevilla, siglo XIX. Mango combinando asta y latón decorado. Hoja grabada, un costado con la leyenda "Sies ta bibora tepica no ay rremedio enla bo tica". Cierre de ventana. Long. abierta: 50,5 cm; Long. cerrada: 27 cm:

Eche otra güelta e caña de la güeña y pa todos;
Yo pago lo que sea, porque de todos modos
¡De qué me sirviría emborrachar mi penas
Si lo mesmo se sufre con las penas ajenas!

¿Ve este cuchillo? güeño, por caña se lo dejo:

A mi me costó poco: un tajo en el pellejo.
El amor de una china, un rancho, una ilusión
Y unos cuantos puntazos aquí en mi corazón...

Se lo quité peliando mano a mano y de frente

Como pelea todo gaucho medio decente,
A un hijo de la ... Madre que lo largó algún día
Que quiso separarse de tanta porquería.

Pero ¿sabe pulpero?, se me riyó en la cara

Me llevó la chirusa que más me quise en la vida
Y la yunta de güeyes del despecho y los celos
Tironearon mis brazos y así jue la caída...

Pero traje el cuchillo con que él hizo la hazaña

De marcarme pá siempre en mi mismo peyejo
Ya lo vido pulpero?, eche otra güelta e caña
Que si no tengo plata, el cuchillo le dejo...




- Omar Odriozola
La familia Odriozola se instaló en Santa Isabel de Paso de los Toros en el año 1880. 
Omar fue docente de Enseñanza Secundaria, funcionário público y periodista. Falleció en 1962.



sábado, 4 de marzo de 2017

2017: AÑO DEL TURISMO SUSTENTABLE


Niño corta el el pelo igual al amigo para intentar engañar a la maestra

Niño corta el el pelo igual al amigo para intentar engañar a la maestra

Jax e Reddy comemoram na barbearia após o corte de cabelo
Jax e Reddy conmemoram en la peluquería después del corte de pelo Foto: Debbie Weldon/AP

Intentando aplicar una broma en la escuela, un niño de cinco años pidió a su madre que le permitiera cortar el pelo igual al amigo - conforme la mirada del niño, esta sería la única diferencia entre ambos, razón por la cual la maestra ya no podría saber quién era quien, pues no podría diferenciarlos.
La madre publicó la historia en las redes sociales, lo que llamó la atención por un detalle que Jax desconsideró: él es blanco y su amigo Reddy es negro.

La madre contó que a Jax le pareció que sería muy gracioso confundir a la maestra con el mismo corte de pelo, de tal modo que ya no podría diferenciarlos.





"Aquí está una foto de Jax y Reddy en la fiesta de Navidad. Estoy convencida de que todos ustedes pueden percibir la diferencia. Si eso no es una prueba de que el odio y el preconcepto son aprendidos, entonces no sé qué es“, afirma Lydia, mamá de Jax. Reddy y Jax estudian en Kentucky, en Estados Unidos. 




Fuente: http://extra.globo.com/noticias/mundo/menino-corta-cabelo-igual-amigo-para-tentar-enganar-professora-21005862.html?utm_source=Facebook&utm_medium=Social&utm_campaign=Extra

miércoles, 22 de febrero de 2017

DIÁLOGO CON UN CHOFER DE CAMIÓN: SOBRE TIERRA, CÁNCER, QUIMIO Y EL TRABAJO COMO TERAPIA REPLETA DE ESPERANZA

Toy Bulldozer Plan - www.rockler.com:



Hoy entre actividades en el Cole, al salir a la calle, conocí a un señor con aproximadamente 60 años de edad.

Maneja un camión doble eje. Enorme camión! Grande el señor también.

Crucé la calle para preguntarle qué pretendía hacer con toda la tierra y escombro.

Le comenté que sería muy útil para pavimentar el camino de acceso a la casa de un amigo.
Prontamente asintió. Subí al camión y rumbamos al campo.

Mientras íbamos, conversábamos.

Maneja su camión 10 o 12 horas todos los días, siempre y cuando haya trabajo.

La palabra trabajo estaba siempre presente durante el diálogo.

Entre muchas cosas, habló de que en este momento está en pleno tratamiento de quimioterapia debido al cáncer en el hígado. Pero no deja de trabajar porque "es mejor que quedar en casa dándose manija a la cabeza" (risas).
Además, dijo: "me encanta trabajar y poder hablar con la gente. El trabajo es mi terapia".
Cultivo de la esperanza, agregué. El que trabaja cultiva la esperanza. Tal como cuando los niños en el Cole siembran una pequeña semilla. Lo que sigue es el trabajo diario del cultivo, regar, esperar, cuidar, amar.

Educarse en la paciencia es algo fundamental en tiempos de poca tolerancia al dolor y a la frustración.
La filosofía toma prestado un concepto nacido en la Física Moderna: RESILIENCIA. La Física utiliza ese término para referirse a la RESISTENCIA de ciertos materiales al impacto y a la deformación.

Para el ser humano es cualidad de vida.

Así es como uno va aprendiendo que la resiliencia es un proceso que empieza con pequeñas cosas, pequeños hábitos generados en la niñez.

En tratándose de entes autónomos, vivir así es decisión personal. "El ladrón de tu libre albedrío no existe" decía Epícteto.
Conforme el Evangelio de Jesús, aprender a ser fuerte (aunque sintiéndose débil) es aprender a extraer fuerzas de la debilidad. Es un acto de fe, movido por la esperanza, sostenido todo el tiempo por el amor.


Ozeias Bitencourt
Florida, Uruguay
Tarde calurosa del miércoles 22 de febrero.