VEN, VAMOS JUNTOS!

VEN, VAMOS JUNTOS!
Inicial a partir de 2 años y Primaria. Colegio Cristiano de Florida. EDUCACIÓN VIVA Y EN AMOR

martes, 21 de marzo de 2017

NIETZSCHE Y LOS NIÑOS


Backyard Discovery : Donald Zolan's Oil Paintings of Early Childhood 2 painting_children_childhood_kjb_DonaldZolan_30BackyardDiscovery_sm - Wallcoo.net:


Early Childhood (Vol.01) : Donald  Zolan Paintings of Heartwarming Childhood Innocence  - Childhood Innocence :  Touching the Sky  , Donald  Zolan Painting  5:






Por ocasión al propósito de la máquina educacional de transformar niños en adultos, Nietzsche sugería el contrario y decía que “La madurez de un hombre es encontrar otra vez la seriedad que tenía cuando era niño, jugando”.


Desanimado con la estupidez de los adultos, él escribió: “Me gusta estar sentado donde los niños juegan, al lado de la pared agrietada, entre los cardos y las rojas amapolas. Para los niños, todavía soy un sabio, también lo soy para los cardos y las amapolas rojas”. Los adultos no lo entendían porque él escribía como niño.
Dios es alegría. Un niño es alegría. Dios y un niño tienen esto en común: ambos saben que el universo es una caja de juguetes. Dios ve al mundo con los ojos de la niñez. Está siempre buscando compañeros para jugar. Los grandes, los malos y perversos, piensan que Dios es como ellos, con ojos de mirada malvada, que practica espionaje en todos los lugares, para castigar. Pero vos sabes que así no es.
Por supuesto que las funciones adultas son necesarias: ellas son herramientas, medios de vida, entidades de la Feria de Utilidades. Ellas necesitan ser desarrolladas para la Niñez Eterna juegue mientras vida, sin lastimarse…
Sueño con el día en que los niños que leen mis pequeños libros no tendrán de subrayar dígrafos y encuentros consonantares y en que el conocimiento de obras literarias no será objeto de exámenes o parciales: los libros serán leídos por el simple placer de la lectura.
No evalúo a los niños en función de saberes. Son los saberes que deben ser evaluados en función de los niños. Es eso lo que distingue un educador.
Un educador no está a servicio de los saberes. Está a servicio de sus alumnos: “Aquel que es un maestro, realmente un maestro, lleva las cosas en serio – eso incluye a el mismo – solamente en relación a sus alumnos”, (Nietzsche).
Sugiero una inversión pedagógica: los grandes aprendiendo de los pequeños. Un profeta del Antiguo Testamento resumió esa pedagogía invertida en una corta y maravillosa frase: “y un niño pequeño los guiará” (Isaías 11.6). Son los niños que ven las cosas – porque ellas logran ver siempre como si fuera la primera vez, con espanto, con asombro de que ellas sean como son. Los adultos, de tanto verlas, ya no las perciben más. Las cosas – las maravillosas – quedan banal, vulgar o de poca importancia. Ser adulto es ser ciego.



Rubem Alves, traducido y adaptado por Ozeias Bitencourt
Aperitivo extraído del libro “Universo à Jabuticaba”, Editora Planeta, 3ª Edição, Páginas 50/51.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario