La vida presenta todos los días las parábolas de Jesús. Basta mirar bien.
Lo que define lo que vemos es la mirada. "Cuando la mirada es buena, todo el cuerpo tiene luz", dijo Jesús. Cuando estamos contaminados por la Luz, tomados por ella, ya no hay temor.
Alimentar a todos (en la perspectiva de lo posible y a veces ante lo imposible) es algo que fluye con naturalidad debido a la naturaleza de la luz que habita cada uno. Una naturaleza libre y liberadora para alimentar todos cuantos tengan hambre y sed.
Notablemente, Jesús hablaba de justicia social de forma supra político partidario. Él hablaba de una justicia que debería ser encarnada por cada ente en la vida.
"Padre nuestro que estás en el cielo...El pan nuestro de cada día dánoslo hoy", enseño Jesús. Pero esta no es una frase como un mantra a ser repetido y compartido en cadenas de facebook para que de ahí surjan soluciones mágicas - el Evangelio no es magia, es Verdad. Jesús dijo que sus palabras son vida.
Así siendo, la Verdad del Evangelio solo puede ser conocida por aquellos que deciden poner los pies en la vereda de la Verdad y por ella caminar todos los días encarnando ellos mismos la Verdad predicada.
No se trata de mi verdad, sino más bien de darle razón a la Verdad que desea me habitar, puesto que es Vida, a saber: Jesús.
"Porque el pan de Dios" dijo Jesús, "es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo." Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. "Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
En esa ocasión, Él concluye con un llamado de atención: "Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis."
Puesto que en Jesús el verdadero pan y verdadera comida es hacer la voluntad del Dios que es amor.
Jesús enseña que llegará el momento en cada uno escuchará o una cosa u otra de la boca de Dios: "tuve sed y me distes de beber" o "tuve sed y no me distes de beber", "tuve hambre y me distes de comer" o "tuve hambre y no me distes de comer"...¿Cuando fue ese momento?
Cuando estaba en nuestro poder el hacerlo y decidimos o por una cosa u otra. Por compartir el pan o no.
Ése es el Principio que principia todas las cosas - el Dios que es Amor y que ama a todos indistintamente.
Los modos de ser de Jesús son nuestro más claro ejemplo para colmar la existencia con sentido y propósito de vida.
Cariños!
Ozeias B.
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