Hoy comenzamos nuestra huerta

Cultivando la tierra, aprendemos sobre las semillas y sus procesos, los tiempos, la espera y el regocijo de comer el fruto de la siembra. 

Pero, indudablemente, las lecciones van más allá de eso:

1. Los niños aprenden que los buenos vínculos contribuyen en la edificación de la vida;
2. Que los buenos amigos son cultivados y mantenidos con actos de perdón, respeto y solidaridad;
3. Para cosechar cosas buenas en la vida, hay que plantar cosas buenas;
4. Aprenden que el concepto de lealtad y compromiso no son características para el curriculum laboral, mas algo incorporado a la esencia de SER - ser leal. En cuanto al compromiso, pasa por a valoración de la palabra, pero abarca la vida. Un entorno mejor comienza construirse con personas que aprenden discernir que a veces, no todo lo que es lícito conviene. 
5. Y, entre muchas otras cosas, que todos precisan de buenos ejemplos a imitar (de ahí se supone la importancia del rol de los padres, de los educadores y de los que ejercen gobiernos...).

Lo mejor de todo: estas sencillas lecciones, son enseñadas sin decir palabra alguna, el ejemplo es suficiente.

"Evidentemente, educador no es aquel que enseña hechos aislados o aquel que se dedica a la tarea mnemónica de aprenderlos y repetirlos, porque en tal caso una enciclopedia sería mejor educador que un hombre. Educador es aquel que enseña con el ejemplo, con el modo de tratar las cosas, un estilo genérico de enfrentarse con el variado e incesante universo".

Hoy comenzamos nuestra huerta...


Ozeias Bitencourt