El amor no quita los obstáculos del camino.
Pero en el íntimo del ser desarrolla confianza y la
capacidad de perseverar en el bien; mientras construye en él un espíritu fuerte
con oídos sensibles a la palabra-voz de sabiduría que re-orienta los pasos en
el camino.
Tal como el niño, así debe ser todo aquel que se cree
discípulo de Jesús:
Debemos educarnos en la habilidad de oír o escuchar si se quiere.
Aprender oír para aprender a aprender;
Aprender oír para aprender a aprender;
Aprender oír para
aprender caminar;
Aprender oír para
aprender hacer y aprender oír para aprender a ser y así aprender con-vivir.
El Amor de Dios en Cristo es una invitación para vivir una
clase de amor que nos libera de las condicionantes generadas por una existencia
esclava del "sí mismo".
Oír la Verdad y seguirla, implica en cambios actitudinales
radicales que empiezan producirse como resultado de una metanóia, es decir, cambio de mente.
Por tal razón, si eres discípulo de Jesús la única
esclavitud aceptable y, a la vez
deseable, es ser esclavo del Amor de Dios.Por cuanto en Cristo, somos esclavos
de la libertad en el Amor.
El Amor es otra libertad.
No es el susto de la pasión,
Es compartir el pan
No es un rayo, es un espejo
Es la mirada que se prolonga más allá
De la puesta del sol en el puerto
Deseando conocer otros mundos
El amor sabe que nada sabe, pero entiende…discierne
Y, frente al terror que la libertad provoca
Escupir el anzuelo
Por cuanto el Amor es otra libertad.
Ozeias Bitencourt
Florida/7/8/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario