Ese niño abrió las ventanas de la retina de mis memorias: recordé mi infancia, cuando, luego de cosechada la mazorca y consumido el grano del maíz, transformábamos al eje de la espiga (coronta) en ruedas para autitos artesanalmente fabricados con latas de sardina, aceite o algún pedazo de madera.
En ese entonces, tenía yo 4 o 5 años de edad en el interior de Sao Gabriel, en el Estado del Rio Grande del Sur/Brasil - treinta años pasaron. En aquella época, para nosotros, los niños, todo era pieza e ingrediente para transformar todo en juego, dábamos utilizad para lo que encontrásemos en el camino.
Aprender a hacer el aburrimiento dar paso a la creatividad es algo básico.
Ciertos padres en el deseo de darles a sus hijos - "todo lo que yo no tuve" -, contribuyen para que algunos de esos niños presenten conductas en donde la creatividad mengua, queda machacada, adormecida (...).
Luego, todo aburre.
Nada sirve.
Cada ida al supermercado implica en un gasto extra por parte de padres con-sentidos para comprar algo nuevo para el hijo que grita "lo quiero, lo quiero". Mientras tanto en el mundo interior del niño nada se re-nueva con fuerza y vitalidad para re-crear, para re-hacer, la tendencia es llegar a la adolescencia sin disposición para re-novar.
Padres con-sentidos, ¿pero con-sentimiento sin sentido no sería enseñar a los hijos a vivir en los polos de la existencia?
Volviendo:
Casi todo viene listo, pre-listo, pre-hecho, pre-pronto, pre-fabricado y en este contexto que aquí describo de forma muy tosca, encontramos la escuela y en ella - pero no limitado a ella - educadores todavía preguntan qué uso darle a las diferentes tecnologías.
¿Existe alguna propuesta pedagógica, entre tantas pedagogías, de su interés relacionada con este tema?
Fíjese que estoy utilizando terminologías que, según los diferentes pedagogos/pedagogías/teorías de educación, adquieren diferentes encaramientos sobre un mismo tema. Escribo así, porque la libertad es hija de la verdad y la verdad no encarcela, no encierra a nadie en una única manera de ver las cuestiones educativas, por ejemplo.
Ya se ha ido el tiempo en el que la discusión giraba al rededor de quien tiene la verdad - ciencia o religión - eso es discusión arcaica.
La Física Cuántica demuestra que todo cambia todo el tiempo. Cambia incluso si el objeto de la observación es objetivamente observado, presentando un comportamiento diferente a cuando no se está observando.
Nuestra relación con el tiempo muda a cada día y percibir cómo esa percepción o percepciones inter-actúan e interfieren en el tiempo escolar es uno de nuestros desafíos.
Descubrir cómo lidiar con esas dimensiones cada vez más profundas del todo, en el cual todo se relaciona, generando modificaciones, cambios mínimos y profundos, es un tremendo desafío para todo educador que entienda que el educador de hoy, precisa ser más que un "transmisor de información", acomodado a los programas curriculares.
¿Es posible generar instancias que nos provoquen a tal punto la curiosidad que los educadores, prescindan de la formación, sin dejar de construir el ente "educador" de manera seria y comprometida?
¿Cómo sería la puesta en práctica de eso considerando las políticas educativas de los gobiernos?
La Edad Moderna es el marco temporal/histórico en cual el Estado toma las riendas de las cuestión educativa, así que ¿cómo sería el impacto de una nueva educación en el mundo si el Estado abriese paso a esa prerrogativa de regular la educación del pueblo?
Parece utópico ¿pero el mundo no estaría caminando hacia ese destino en donde los controles son definidos con otros parámetros y con otras tecnologías?
Es solo una opinión, pero es mi opinión.
Ozeias Bitencourt
Socio administrador del Colegio Cristiano de Florida